lunes, 3 de mayo de 2010

Perú rumbo al narcoestado





Tras la implementación de 'El Plan Colombia' en los 90 se produjo un desplazamiento en el comercio de la cocaína. Por la marcha del citado programa hoy en día varios cárteles mexicanos controlan el tráfico de la droga hacia Estados Unidos, es decir, la rutas por las que ingresa el polvo blanco a occidente. La lucha emprendida contra las mafías y las guerrillas colombianas con asistencia y financiamiento norteamericano redujo la importancia de las organizaciones colombianas significativamente.

Este cambio ha tenido efectos en el Perú, segundo productor de la hoja de coca, principal insumo para la elaboración de la cocaína. Entre 1999 y 2008 el país registró un aumento de 45% en la producción de hoja de coca, lo que equivale a 56. 100 hectáreas cultivadas. Con estas cifras la fabricación potencial de cocaína sería de 302 toneladas, con las que se elaboraría el 36% de la producción mundial del estupefaciente.

A medida que crecen los cultivos de la hoja coca, de los que solo el 5% son consumidos legalmente (en rituales, hábitos de poblaciones quechuahablantes o como infusiones y otros productos), también crece el flujo de dinero que ingresa a nuestra economía. Esta situación favorece el lavado de dinero en actividades aparentemente legales como la construcción, el corretaje de inmuebles, y la formación de empresas.

Dado que los narcotraficantes no pueden utilizar el sistema bancario para blanquear su dinero por los rigurosos controles que existen, aprovechan el 'boom' del sector inmobiliario para invertir sus ganancias malhabidas, esto es, compran viviendas o realizan proteyectos comerciales en esa área para convertir sus dólares o euros en ladrillo y metros cuadrados. De ese modo se convierten en prósperos empresarios que dinamizan la economía, a la cual alimentan con dinero sucio.

Unos 3.000 millones de dólares se lavan anualmente sin que pueden ser detectados por nuestras autoridades. Esta cantidad supera los ingresos por remesas del exterior (2.200 millonesde US$) y a la inversión privada extranjera recibidad durante el 2009. Las facilidades que otorga nuestro país y su vigoroso crecimiento representan incentivos que los capos de la droga no pasan por alto al momento de invertir su dinero.

El Perú es considerado un paraíso para el lavado de activos porque el sistema no puede investigar las operaciones que se realizan en el sector inmobiliario. Con la llegada de capitales fraudulentos se incrementó exponencialmente la presencia de ciudadanos de otras nacionalidades. Los crímenes atribuidos a cárteles extranjeroso (ajustes de cuentas) aumentan año a año.

Durante el 2009 arribaron más de 60 mil mexicanos y 100 mil colombianos, y no precisamente por turismo o negocios. La alta cifra de extranjeros procedentes de México y Colombia se explica por motivos relacionados con el tráfico de drogas. Muchos de los foráneos permanecen de manera irregular el país pues no han su regularizado estatus migratorio.

En la sierra y la ceja de selva (el Alto Huallaga y los valles de los ríos Apurimac y Ene) enfrentamos a grupos fuertemente armados, entre los que destaca Sendero Luminoso, dedicado exclusivamente al narcotráfico y alejado de tareas de adoctrinamiento, que protegen las rutas de comercio y zonas donde se procesa la droga.

El peligro es convertirnos dentro de algunos años en un narcoestado, en otras palabras, en una nación donde la influencia de los traficantes ponga en riesgo la gobernabilidad y la prevalencia de nuestras instituciones, de por sí debilitadas por la falta de cohesión, objetivos y credibilidad. La amenaza es real conforme el dinero del narcotráfico vaya penetrando en nuestra economía. Con el tiempo tendremos a partidos o políticos asociados al crimen organizados, quienes representarían los intereses de los narcos.

Si el fenómeno no llega a corregirse tendremos más inseguridad en las calles y la corrupción anidará en nuestras instituciones por medio del dinero de los traficantes. Podríamos tener zonas y ciudades liberadas, es decir, entregadas al control de un cartel que haga imponga sus reglas y condiciones como ocurre en algunas urbes mexicanas.




Fuentes:


Dirección General de Migraciones y Naturalización (Digemin). Sus cifras
revelan que desde enero del 2009 hasta la fecha se han registrado -nada menos- 216,210 movimientos migratorios de ciudadanos colombianos en nuestro país. Esta institución precisó que se han registrado 64,092 movimientos migratorios de ciudadanos mexicanos durante el 2009.

Dirección de investigación Criminal (Dirincri). Ola de crímenes en Lima están relacionadas a las actividades de mafías colombianas.

Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE). Detectó un preocupante aumento en la plantación de hoja de coca en Perú y Bolivia, y un descenso de 8% en Colombia en 2008 debido a la reducción de su cultivo. Colombia sigue siendo el principal productor mundial del alcaloide con un 48,3 por ciento de la superficie, la tierra dedicada a la coca cayó un 18 por ciento hasta las 81.000 hectáreas, según el órgano independiente dentro del sistema de la ONU. Esto dio como resultado que la cocaína potencial que se podría fabricar ha sufrido también una considerable merma del 28 por ciento, hasta las 470 toneladas.

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